lunes, 10 de septiembre de 2007

Una abuela muy popular.

El día domingo 19 de agosto se celebró una nueva edición del Cumpleaños de la Abuela, fiesta de la familia Carabajal en la legendaria casa familiar, ubicada en el barrio Los Lagos de La Banda, a 8 kilómetros de la capital provincial, hoy convertida
además en una celebración de la chacarera y en una de las manifestaciones más típicas de la cultura santiagueña.

La familia Carabajal, semillero del buen folclore, que le dio el país y al mundo autores e intérpretes de la talla de Carlos, Peteco, Cuti, Roberto, Roxana, Los Carabajal, todos los años en agosto se reúnen para festejar el cumpleaños de doña María Luisa Carabajal, la legendaria abuela de la gran dinastía del folclore santiagueño. Después de casi 50 años la fiesta de los Carabajal se convirtió en un acontecimiento de trascendencia nacional que convoca a familias enteras de diferentes provincias del país.

Este año, la celebración presentó características particulares, ya que la antesala a la fiesta musical fue una misa oficiada, a las 10 de la mañana, en homenaje a Maria Luisa y a Carlos Carabajal, cuando faltaban pocos días para cumplirse un año de su desaparición. Otra particularidad fue que la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia declaró a la “Fiesta de la Abuela como de “interés cultural” por haberse transformado en una de las manifestaciones más populares de la música santiagueña.

Por el escenario Agustín Carabajal desfilaron músicos santiagueños y de otras provincias. Además del clan familiar, actuaron Presagio, Eduardo Mizoguchi, Natalia Estefani y Elpidio Herrera y las Sachaguitaras, que trajo los sonidos del monte con el instrumento producto de su propia creación, ejecutado por él y su hijo Manuel. Para el público joven, el intérprete más convocante fue Franco Ramírez, un ascendente solista a quien muchos ya señalan como el sucesor del recordado Jacinto Piedra.

Otra de las grandes atracciones fueron las típicas empanadas, el locro, el asa
do y el vino, que no estuvieron ausentes en los numerosos puestos de comida que se levantaron en las calles circundantes al escenario principal.

La celebración finalizó ya sobre la madrugada del lunes, ante la satisfacción de los organizadores por la convocatoria cada vez mayor que tiene el Cumpleaños de la Abuela.

“Las manos de mi madre llegan al patio desde temprano, todo se vuelve fiesta cuando ellas vuelan junto a los pájaros”, escribió Peteco Carabajal, y si bien, esta vez, las manos de Maria Luisa no acariciaron las melodías que sonaron en el legendario patio de tierra, muchas familias con sus madres bailaron al son de las notas musicales engendradas por ella, dándole vida nuevamente, como sucede todos los años, a la llamada “madre de la chacarera”.

Maria Luisa Paz de Carabajal – Historia.

Esta mujer que se ha convertido en un símbolo de identidad nacional para los bandeños, nació en Clodomira en 1901 y falleció el 10 de agosto de 1993 cuando le faltaban apenas 5 días para cumplir 92 años. Se casó con Francisco Rosario Carabajal de cuyo matrimonio nacieron 12 hijos varones. Cuando ella cumplió 50 años, sus hijos mayores: Héctor, Enrique, Julio, Carlos y Ernesto decidieron realizar una fiesta con los amigos, en su gran mayoría músicos, siendo éste un encuentro familiar que por primera vez se realizaba en el barrio Los Lagos. Con el transcurso del tiempo la fiesta se fue agrandando y en los últimos años de vida de la abuela, el festejo se realizó dentro de la casa de la familia Carabajal, donde se reunían entre 500 y 600 personas. La familia preparaba locro, 2.000 a 3.000 empanadas, asado e invitaba a la gente a participar de la fiesta.

Con los años, este encuentro fue tomando otro perfil porque los músicos, quienes recorrían todo el país, se encargaban de invitar a los amantes del folclore al cumpleaños de la abuela María Luisa, que se convirtió en una fiesta popular que en la actualidad se hace en la calle.

Un “Carabajalazo” que embrujo a todos los presentes.

El sábado por la noche, el club Centro Recreativo fue el anfitrión de una nueva edición del “Carabajalazo”, que reunió cerca de mil personas, en su mayoría turistas y fue la antesala de lo que el día siguiente sería la “Fiesta de la Abuela”.

Pasadas las 23, Joaquín Saravia tuvo el honor de realizar la apertura. A él le siguieron el grupo La Reserva, Los Artesanos y el bailarín José Rey.
Uno de los artistas más esperado por el público fue “Demi” Carabajal, quien recibió la ovación del público. El momento más emotivo fue cuando ofrendó un fragmento de su espectáculo a su padre, Carlos Carabajal, que comenzó con la interpretación de “Y mis Sueños”, la última zamba que grabó el recordado folclorista, y culminó cantando un tema dedicado a él, cuya autoría comparte con su hermano “Peteco”. El espectáculo continuó con la presentación de Cuti y Roberto, y el broche de oro estuvo a cargo de los Carabajal.